Cuando despedimos a un ser querido, es común sentirnos abrumados no solo por el dolor de la pérdida, sino también por las gestiones que debemos realizar. Los trámites funerarios son una parte importante del proceso, y es fundamental conocer los pasos después de un funeral para asegurar que todo esté en orden desde un punto de vista legal y administrativo. En este artículo te explicamos en detalle cómo llevar a cabo la gestión post-mortem y qué documentación tras un fallecimiento es necesaria para completar este proceso de manera adecuada.
Registro del fallecimiento
Uno de los primeros trámites funerarios que se deben realizar es el registro del fallecimiento. Este paso es obligatorio y debe realizarse dentro de las primeras 24 horas posteriores al deceso. Para registrar el fallecimiento, se debe acudir al Registro Civil con los siguientes documentos:
- Certificado médico de defunción, emitido por el médico que haya constatado la muerte.
- Documento Nacional de Identidad (DNI) del fallecido.
- Libro de familia o partida de nacimiento (en algunos casos, se puede solicitar).
Este registro es un trámite fundamental dentro de la gestión post-mortem, ya que sin él no se podrán realizar otros procesos importantes, como la solicitud del certificado de defunción.
Certificado de últimas voluntades
Después de haber registrado el fallecimiento, uno de los pasos después de un funeral es la solicitud del certificado de últimas voluntades. Este documento confirma si el fallecido dejó un testamento, y es esencial para la correcta distribución de la herencia.
Este trámite se realiza pasados 15 días hábiles del fallecimiento, y puede gestionarse de forma presencial o en línea. Si no se ha dejado un testamento, se debe iniciar un proceso de declaración de herederos, lo cual puede requerir tiempo y asesoría legal.
Trámites con entidades bancarias y cancelación de servicios
La correcta gestión post-mortem también incluye el contacto con las entidades bancarias para notificar el fallecimiento y realizar las gestiones necesarias sobre las cuentas del difunto. Los herederos deberán presentar el certificado de defunción y el certificado de últimas voluntades, además de otros documentos que las entidades puedan solicitar.
Asimismo, será necesario proceder a la cancelación de servicios que el fallecido tuviera contratados, como suministros de luz, agua, telefonía, suscripciones y seguros. Este paso es importante para evitar que se generen cargos adicionales.
Liquidación del impuesto de sucesiones y donaciones
Otro trámite importante tras un fallecimiento es la liquidación del impuesto de sucesiones y donaciones. Este impuesto varía según la comunidad autónoma y depende del valor de la herencia. El plazo para realizar este trámite es de seis meses desde la fecha del fallecimiento, aunque es posible solicitar una prórroga si los herederos lo consideran necesario.
Para realizar este trámite correctamente, se recomienda contar con la asesoría de un experto en la materia, ya que cualquier error o retraso puede acarrear sanciones
Pensiones y seguros de vida
Si la persona fallecida percibía una pensión, los familiares deberán gestionar la baja en la Seguridad Social y tramitar, si corresponde, la pensión de viudedad o pensión de orfandad. Este trámite debe realizarse en las oficinas de la Seguridad Social o de forma telemática, presentando la documentación tras el fallecimiento que acredite el parentesco y el derecho a percibir dicha pensión.
En el caso de que el fallecido tuviera un seguro de vida, es importante notificar a la compañía aseguradora y presentar la documentación requerida para el cobro de la póliza. Este proceso puede aligerar las cargas económicas para los familiares en un momento tan delicado.
Apoyo durante los trámites funerarios
Sabemos que enfrentarse a los trámites funerarios puede ser abrumador en un momento tan difícil. Por eso, muchas funerarias, como nosotros en Espíritu Santo, ofrecemos servicios de asesoría para acompañar a las familias en cada uno de los pasos después de un funeral. Nuestro equipo se encarga de gestionar todos los trámites legales y administrativos, para que usted y su familia puedan concentrarse en el duelo.
Además, contamos con una red de profesionales especializados que pueden asesorar sobre la correcta gestión post-mortem, garantizando que se cumplen los plazos y requisitos legales necesarios en cada caso.
Los trámites funerarios son un aspecto inevitable tras la pérdida de un ser querido. Desde el registro del fallecimiento hasta la liquidación de impuestos y la gestión de herencias, cada paso requiere atención y tiempo. Sin embargo, contar con la ayuda de un equipo profesional puede facilitar este proceso y permitir que las familias se centren en lo más importante: su bienestar emocional.
Si necesita ayuda con la gestión post-mortem o tiene dudas sobre los pasos después de un funeral, no dude en contactarnos. En Espíritu Santo, estamos aquí para brindarle el apoyo y acompañamiento que usted y su familia necesitan en estos momentos tan delicados.